P35: Una vacuna para la salud integral de la industria audiovisual

Las pandemias Sociales
Como es bien sabido, durante siglos, en distintas etapas de la Historia de la Humanidad, ésta ha sufrido grandes calamidades originadas por la aparición y propagación de agentes patógenos devenidos en pandemias, causantes de copiosas pérdidas de vidas y un profundo dolor social como consecuencia del impacto económico fulminante en la sociedad.
En cada caso los costes humanos y económicos han sido distintos, como diferentes también han sido los efectos de devastación causados y las formas cómo la humanidad consiguió afrontar tales desastres. Caudales de agua han corrido desde la llamada Peste de Justiniano, acaecida en el Imperio Bizantino a partir del año 541. En pleno ocaso de la Antigüedad y el advenimiento de la Edad Media, una pandemia cobró la vida del 40% de la población de Constantinopla y en total de 4 millones de personas en el vasto conjunto imperial. También la llamada Peste Negra, que entre 1346 y 1353, acabó con más del 60% de la población de la Península Ibérica dejando a Europa con solo 30 millones de los 80 millones de habitantes que la poblaban.
Ya en los meses finales de la I Guerra Mundial, a principios del siglo XX, la curiosamente llamada Gripe Española, -una virulenta cepa del virus de la influenza, conocida así a pesar de que se originó en los Estados Unidos de Norteamérica y que surgió a partir de marzo de 1918-, mató en pocos meses al menos a 50 millones de personas en todo el mundo.
El COVID-19 de estos tiempos, surgido a finales de 2019 en China, por su acrecentada transmisibilidad y su fuerza de potencia letal mayor, representa actualmente una nueva amenaza que ha puesto en jaque al mundo entero, cobrándose la vida de un número apreciable de seres humanos, a todas luces lamentable y que nos llena de pesadumbre a todos, pero en definitiva sin duda alguna con resultados de letalidad muchísimo menores que otras pandemias que le antecedieron, esto gracias indudablemente a los avances de la ciencia y a una mayor potencial capacidad, siempre perfectible, de las sociedades de hoy en día para convenir tempranamente protocolos de actuación de orden logístico y sanitario que han impedido una propagación más mortífera de la que pudo haber sido.
Qué duda cabe que la ciencia y las sociedades no deben cejar nunca de incidir en esfuerzos mayores de cara a conseguir más avances en investigación en el ámbito de la salud y la medicina y también, como ha quedado demostrado; más capacidad de cooperación e intercambio entre los Estados para que deseablemente se logre reducir a su mínima expresión la mortalidad causada por la circulación de agentes patógenos viralizados que cada cierto tiempo acechan a la Humanidad y dejan un saldo doloroso de pérdidas de vidas.
Lamentablemente, y esto hay que remarcarlo también con mucha fuerza, son enormes los impactos que en el orden económico y por tanto social, generan tanto las pandemias como la gestión de ellas.
La paralización, o al menos la reducción ostensible de las actividades económicas producto de la crisis pandémica, trae y ha traído consigo una importante reducción en la generación de riqueza, como efecto de la paralización de la producción de bienes y servicios en general, y desde luego esto no hace sino añadir mayores pesares al bienestar de los ciudadanos, por más esfuerzos paliativos que puedan hacerse.
Resulta claro pues, que uno de los grandes desafíos de la Humanidad, es centrarse más y más, de forma seria, responsable y sostenida en las POLITICAS DE PRESERVACION de la Salud, en la construcción de protocolos, conocimientos y avances que permitan anticipar curas y tratamientos a disposición de los ciudadanos, para que en primer lugar se eviten cada vez más las pérdidas de vidas y de bienestar y a renglón seguido, se evite también la pérdida o merma de la productividad, del poderoso atributo humano de añadir valor a través de la creatividad, el emprendimiento y el ingenio, que son los motores que han hecho posible el acopio formidable de tantas invenciones en los ámbitos de la industria y de las artes, fuentes de progreso y desarrollo de la civilización.
La pandemia Audiovisual
Desde el ámbito audiovisual, se hace más que notorio una suerte de correlato paralelo de riesgos, entre las pandemias generales, y las propias del sector audiovisual. En éste último, existen riesgos muy serios y muy graves debido a las acciones de virus degradantes y multiformes, de carácter corrosivo, que afectan al buen estado, por tanto a la salud, e incluso a la supervivencia, por tanto a la vida, de ingentes cantidades de archivos, patrimonios y portafolios audiovisuales que en sus distintos formatos, soportes y modalidades, constituyen el patrimonio cultural, la memoria, de los pueblos.
Los agentes patógenos son igualmente letales no solo para la Preservación de la Cultura, que también, sino para la Industria, como valor económico de la misma. Los archivos audiovisuales constituyen una expresión muy potente de la capacidad industrial y creativa de la Humanidad, sea que hablemos de películas cinematográficas, de series o programas de televisión, de grandes colecciones documentales en definitiva de una numerosísima diversidad de portafolios audiovisuales que se cuentan por centenares de miles de horas de duración, de activos empresariales, institucionales y comerciales, de toda índole producidos durante más de 100 años en el mundo entero.
Solo a título indicativo, en los últimos 10 años se han producido 70.000 largometrajes en el mundo, de los que 16.000 tiene origen europeo, 7.000 iberoamericanos y 1.500 españoles. Si hablamos de series con capacidad de atraer audiencia, se identifican 80 series estrenadas en 2019 por los grandes operadores y solo el catalogo de Netflix alcanza en 2018 la cifra de 11.570 series y 4.000 títulos de largometrajes. Si nos referimos a los organismos de TV, solo RTVE dispone de más de 3 millones de items audiovisuales, (noticias y programas), y de los que 1 millón se conservan en soportes de video en sus diferentes formatos.
Todo este conjunto de producciones de cine y TV está en riesgo. En unos casos, de inminente degradación o pérdida total y en otros, de progresiva degradación en el futuro, a menos que, como en el caso de las acciones mundiales contra las pandemias, se asuma la necesidad de POLITICAS DE PRESERVACION del sector AUDIOVISUAL. Estas políticas deben basarse en la adopción de los tratamientos, restauración, curas, y vacunas que gracias a los avances tecnológicos, la investigación y las inversiones en desarrollo están ya disponibles y que en nuestro caso tiene nombre y apellido: P35.
P35 es un servicio innovador, moderno y de alta proyección tecnológica, que juega un papel similar al de una vacuna que asegura el sistema inmunitario de las matrices audiovisuales de un modo en que garantiza su vida para siempre, y con ello la memoria audiovisual de la Humanidad y los acervos, portafolios y activos de instituciones y empresas, para su puesta en valor y disfrute para las presentes y futuras generaciones.
¿Por qué P 35? He aquí 10 razones
1) Porque los soportes digitales depositados en las filmotecas, no garantizan su reproducción en el largo plazo, debido a la constante evolución de los formatos digitales.
2) Porque la rápida obsolescencia de los equipos y programas informáticos que le dan vida, hacen que el patrimonio digital del mundo corre el peligro de perderse para la posteridad.
3) Porque la migración a nuevos formatos digitales, pudiendo ser solución a corto plazo, no ofrece garantías y se convierte en un procedimiento poco fiable, corriendo el riesgo de pérdida de metadatos
4) Porque los propietarios de derechos de largometrajes y series de TV, tienen dificultades para la adaptación de los soportes digitales originales a los nuevos formatos digitales imperantes, cuya evolución es constante.
5) Porque la gran mayoría de los archivos cinematográficos originales existentes en la actualidad, se encuentran en celuloide, material degradable con el tiempo ya que se trata de un plástico orgánico y por tanto contiene bacterias que lo acompañan a lo largo de su vida. La enfermedad se define como “síndrome del vinagre”. El imparable deterioro químico, provoca que haya muchos archivos en peligro de desaparición alrededor del mundo.
6) Porque las Filmotecas de todo el mundo tienen una cantidad ingente de envases conteniendo documentos audiovisuales en toda clase de soportes que es necesario restaurar, en su caso, y transferir a soportes fotográficos positivos..
7) Porque los documentos impresos depositados en Bibliotecas y otras Instituciones deben ser preservados mas allá de su necesaria digitalización, para garantizar su preservación en el largo plazo.
8) Porque el soporte fotográfico en poliéster interpositivo, que se basa en un plástico sintético, es el único que garantiza la conservación en perfectas condiciones técnicas y el que está llamado a ejercer el papel de “soporte master” de todos los soportes.
9) Porque la Digitalización de cualquier soporte es una condición necesaria en el siglo XXI para el acceso, utilización y divulgación de contenidos, pero NO es una condición suficiente, en términos de preservación.
10) Porque P35 ha identificado un nuevo nicho de actividad que permitirá revalorizar los activos de las instituciones y de las compañías productoras de contenidos tanto audiovisuales como impresos.
¿Cuáles son los elementos y factores que atacan lo soportes digitales?
La Pandemia audiovisual afecta a la Cultura de forma directa y biunívoca. La demanda de cultura por parte de la sociedad confinada en sus hogares ha sido espectacular. El aumento del consumo de TV abierta hasta alcanzar records nunca alcanzados - el 15 de marzo de 2020 se estableció el record de consumo de TV por persona en 344 minutos /dia - pero el aumento del consumo en streaming de series y largometrajes creció un 17% y el acceso, via digital, a los fondos de la Biblioteca Nacional se doblaron al 100%. Por tanto si no tenemos políticas y sistemas de Preservación de la cultura no podremos dar acceso a los ciudadanos del futuro a los fondos teóricamente disponibles.


Pero la pandemia audiovisual tiene una influencia también directa en el fortalecimiento de la Industria Audiovisual y todas sus influencias directas e indirectas. Las técnicas de preservación de contenidos contribuyen a poner en valor - en términos económicos - la propiedad intelectual e industrial de creativos, autores y empresas. Estas verán mejorados sus balances financieros desde el momento que pueden disponer de sus activos y ponerlos en el mercado mundial de forma continuada recurrente, es decir, el long tail.
¿Qué hacer ante esta pandemia específica? Hay que responder con criterios similares a lo aplicado por todos los Estados ante las amenazas como las que vivimos hoy que ia menos graves si prevaleciesen las políticas de Prevención y que en el sector audiovisual podemos traducir por políticas de Preservación.
P35 es una formidable combinación virtuosa de la más avanzada tecnología y equipamiento disponible a día de hoy en el mundo, respaldada por la experticia técnica y profesional de las más prestigiosas entidades especializadas como la centenaria multinacional Kodak, y las altamente sofisticadas e innovadoras firmas noruega Piql y la danesa Vintage Cloud.
Fundamentalmente, para referirse a lo audiovisual, en término de los másteres o soportes poseedores de la cualidad de matrices reproducibles, debe distinguirse en primer lugar aquellos existentes en soporte analógico, esto es, fílmico, cinta cinematográfica y aquellos contenidos en soportes o medios digitales, esto es discos duros, distintos dispositivos o soportes electrónicos e incluso almacenamientos “virtuales” en la denominada nube.
P35 constituye por tanto, una vacuna universal, es decir, una respuesta integral y definitiva que garantiza la seguridad de la vida de las obras audiovisuales, independientemente del formato original analógico o digital, en cualquiera de los formatos en que estén disponibles.

P35, a través de su Centro Integral de Preservación Audiovisual, ubicado en el Parque Tecnológico de Andalucía, en Málaga, aplica un flujo técnico capaz de generar inter-positivos en emulsión de cinta poliéster sintético 35mm de altísima durabilidad, no generador de bacterias y por tanto exento de los estragos letales de la enfermedad del vinagre, el virulento mal que a escala global representa la más seria amenaza para la vida de los archivos fílmicos.

Y lo que es más, P35, además de prevenir daños a futuro, de asegurar la preservación adecuada y permanente de toda clase de archivos audiovisuales, tiene también la capacidad, cuando las obras lo requieren, de producir la restauración de los segmentos o componentes de dichas obras cuyos másteres padezcan deterioro por el tiempo o agentes degradantes. De este modo, P35 no solo está en capacidad de generar soportes de alta calidad para la preservación de las obras audiovisuales, sino que también dispone de los más sofisticados recursos y dispositivos para incidir en su ostensible optimización de calidad sonora y visual en los casos que sea necesario. Se trata pues, en definitiva, de un sistema integral que junta la medicina preventiva con los tratamientos curativos más avanzados. P35 es una vacuna para la salud integral de la industria audiovisual en el mundo entero y en consecuencia una vacuna única en nuestro mundo profesional.

Mayo 2020