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| Robert Andrés Gómez

El cine frente al Covid

Laura Scardamaglia, Regional Marketing Manager en Diamond Films

El desafío de reconquistar al espectador

Laura Scardamaglia, Regional Marketing Manager en Diamond Films, toma distancia de las miradas catastrofistas que asaltan a la industria audiovisual y al cine en particular. Sin desconocer la dimensión de los efectos que el Covid-19 ha generado a nivel mundial; y aceptando que 2020 será un año disruptivo para el sector, considera que ahora mismo existe una oportunidad  importante para redimensionar una industria que demanda altas horas de contenido para múltiples pantallas. Un sector que tiene una puerta abierta para reenfocar y reinventar su relación con el espectador.

 

¿Cuáles son los primeros síntomas que advierte sobre la Industria a raíz de la Pandemia.

Partiría de entender que la Pandemia está revolucionando nuestra sociedad en general: la forma en la que nos vinculamos, el tiempo que dedicamos a nuestras familias, el ocio, entre otras variables. Puntualmente en la industria del cine, el impacto ha sido total. Estamos viviendo algo histórico: la mayor parte de los cines del planeta están cerrados, los estrenos de cine se han tenido que reprogramar, la primer ventana de exhibición en algunos casos es el TVOD y las nuevas producciones están totalmente detenidas. Algunos exhibidores en el mundo decidieron diversificar su negocio (Cinemark por ejemplo está comercializando sus pochoclos (cotufas, palomitas) a través de su canal de e-commerce, otros despedir y suspender personal debido a la falta de ingresos y muchos también se están reinventando a través de eventos en streaming.

 

El retraso del calendario de estrenos, el salto de ventanas, el cierre de salas, ¿qué consecuencias traerá para la industria?

Considero que es un momento para que distribuidores y exhibidores “barajemos y demos de nuevo”. Las Majors ya tomaron algunas decisiones que tienen consecuencias directas para los cines y para los proveedores de contenido. Una de ellas es, obviamente, la pérdida millonaria nunca vista en la historia del cine. Sin embargo, la capacidad de reinvención seguramente hará que muchos diversifiquen su negocio. Seguramente, cuando todo esto termine, ni nosotros ni los cines seremos lo mismo. Algunos cines, modificaron su espacio tradicional y transformaron butacas en espacio para autos (rememorando los antiguos autocines). Nosotros tampoco seremos los mismos: nuestra conducta y sentido de la higiene cambiarán radicalmente. No tengo dudas de que muchos de nosotros iremos corriendo a lavarnos las manos antes de ver una película. Probablemente, los exhibidores deban poner un ojo a esto y modificar la estructura edilicia de los cines, no sólo para aquellos que decidan reemplazar las butacas por espacios de estacionamiento, sino también para ofrecer butacas con el distanciamiento social que esta pandemia nos enseñó a conservar.

 

¿El consumo de contenido en el hogar distanciará al espectador de las salas?

 Soy bastante escéptica respecto a esto y bastante positiva sobre el regreso del espectador a la sala de cine. Sabemos que las personas están naturalmente consumiendo más contenido en streaming que antes, esto se ve reflejado en las estadísticas que muchas consultoras publicaron en este último tiempo. Sin embargo, los números a veces no reflejan lo que sucede realmente con la conducta de las personas. Aquel que pasó su cuarentena haciendo binge watching de películas, quizá se haya cansado del catálogo que ofrece Netflix, Amazon y otros proveedores -¡si es que le quedó algo por ver!-, pero seguramente no olvida que la experiencia de ir al cine es algo que la comodidad de tu casa no te puede brindar: el encuentro con otro/s en una experiencia que “nos permite vivir sin estar físicamente presentes” (dijo David Lynch) y en un espacio sin distracciones que interpela todos nuestros sentidos.

 

¿Cuál sería el impacto para Iberoamérica?

el cine frente al covid2 3accbComo mencionaba antes, el impacto para la región y para el mundo será absoluto: nuevos hábitos de consumo de contenido, nuevas formas de relacionarnos socialmente, diversificación del negocio, nuevos hábitos de higiene y limpieza personal y una reforma edilicia de los espacios de proyección. Sin embargo, y a pesar de lo caótico que todo esto puede parecer, considero que es una oportunidad única para mejorar la experiencia en el cine. Tenemos el gran desafío de reconquistar a aquellos que están desencantados o con miedo, para volver a enamorarlos de la magia detrás de la pantalla grande. Nuestra gran misión será descubrir que, así como el virus no diferencia edad, raza, religión o clase social; el cine tampoco lo hace. El cine es un espacio donde, sin importar quiénes somos, cómo nos veamos y de dónde venimos podemos compartir las mismas emociones: reír, llorar y sentir el encanto que tiene y la felicidad que genera, estar acompañados.

 

¿El consumo de contenidos en Redes Sociales afectará a las televisiones tradicionales con mayor celeridad?

Ante la aparición de un nuevo medio de comunicación o nueva tecnología, la opinión pública siempre se pregunta ¿será este el fin de la tv? Cuando surgió la tv, se creía que la radio desaparecería, sin embargo, esto no sucedió. La teoría de la sustitución de medios se fue lentamente transformando por la de “superposición” de los mismos. La radio se reinventó, cambiaron los formatos, el uso, pero sigue más vigente que nunca. Entendiendo que Internet y las nuevas tecnologías de la información, no reemplazaron ningún medio anterior sino que por el contrario, los re-inventaron, es posible indicar que, Internet renueva el rol de la televisión como fuente de conversación social y como espejo de lo que sucede online.

Según un artículo de Puro Marketing (2017) basado en un estudio de eMarketer, uno de cada seis personas comenta en Redes Sociales sobre lo que está viendo en TV. Otro artículo de la revista Merca2.0 (de 2017) que también refiere a un estudio de eMarketer, sostiene que el 78% de los usuarios de internet usa una segunda pantalla cuando ve contenidos televisivos.

Asimismo, los ratings de los canales de TV abierta están mostrando que las personas eligen esos medios para informarse sobre lo que está ocurriendo con el COVID-19 y con el mundo en general derivado de pasar más tiempo en casa. No obstante, el tiempo que pasamos en RRSS no merma. Complementamos lo que vemos en la televisión con nuestra actividad en Instagram, Twitter o Tik Tok y a también a la inversa.

Hace poco Ellen Degeneres llevó a su Show de TV a Charlotte Awbery, quien se hizo conocida en las Redes Sociales cuando se la vio cantando espontáneamente en el Metro de Londres la canción “Shallow” de la película A Star is Born. The Ellen Degeneres Show siempre está a la vanguardia de cualquier tendencia y creo, es la prueba viva de cómo se dan los saltos de una pantalla a la otra.

Si bien hay una saturación de información y estímulos constantes: vemos televisión, leemos periódicos online, hablamos constantemente por Whatsapp, repasamos los temas del día en Twitter, subimos historias en Instagram, pasamos horas viendo contenido de Tik Tok y revisamos rápidamente Facebook para ver quienes cumplen años o cómo está la familia/amigos que no tenemos en otras redes sociales; hoy por hoy creo que estamos hablando de un solapamiento de medios, hacemos todo eso prácticamente al mismo tiempo. La multipantalla ya no es sólo una tendencia futura, sino que llegó para quedarse.

Como un pensamiento final, es interesante ver lo que sucede con las distintas generaciones. Hay varios estudios que empiezan a analizar el fenómeno que se da entre los Centennials denominado Fatiga Social. Este fenómeno indica que los más jóvenes (menores de 24 años) no están obsesionados con la tecnología por haber nacido con ella. Por el contrario, se presentan incluso fatigados por la saturación de lo que ofrece la red y buscan concederle un espacio meramente práctico en sus vidas.

Mayo 2020