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José María Otero Timón

Despedida a un profesional y amigo excepcional

El 13 de enero de 2019, en el silencio y discreción familiar, falleció en Madrid José María Otero Timón, uno de los más relevantes profesionales del sector del audiovisual en España que consiguió situar el mismo en altas cotas de calidad y prestigio.

 

Realizó estudios de Derecho en la Universidad de Salamanca y en la de Barcelona, obteniendo el título de Licenciado en ésta última. Alcanzó el Doctorado en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense, desarrollando la tesis "Mecanismos de intervención del Estado para el fomento del cine", calificada con sobresaliente cum laude, profundizando en uno de los temas que mas le preocuparon a lo largo de su carrera profesional.

 

En sus años universitarios en Barcelona, participó en el movimiento de los cineclubs en el ámbito del Colegio Mayor Monterols, y fue el primer Secretario General de la Federación Nacional de Cineclubs. Los Cineclubs, contribuían de forma definitiva en aquella época a conocer películas fuera de los circuitos comerciales y con sus debates contribuían también al conocimiento sobre el hecho cinematográfico de muchos jóvenes ante la carencia de escuelas de cine.

 

Fundó y dirigió de 1959 a 1979, la Semana Internacional de Cine en Color de Barcelona y es uno de los fundadores del Salón de la Imagen y el Sonido, SONIMAG, en los años 70 del siglo pasado, constituyéndose en un Salón innovador que dio lugar durante los años 80, entre otras actividades, a la celebración en su marco de las Convenciones de TV y Educación, actividad pionera y adelantada a su tiempo. En esa época, Jose Maria Otero, recibió el Premio San Jorge de Cinematografía y la Medalla de Oro de la Feria de Muestras de Barcelona.

 

Se inició en la industria del cine dirigiendo los Estudios de doblaje, Metro de Barcelona, al final de la década de los 50, adentrándose en el mundo del guión de cine, escribiendo los de Hablemos de amor(Alessabdro Blasetti,1958), La araña negra(Fred Gotliebb,1963), Una historia de amor(Jordi Grau, 1967),En el sector de la producción, ejerció de productor ejecutivo, combinando con la escritura como coguionista, en Los cien caballeros (Vittorio Cottafavi, 1964), Tiempo de violencia (G.Bongioanni, 1964), Ninette y un señor de Murcia (Fernando Fernán Gómez, 1965)y El hueso (Antonio Giménez Rico, 1968).Como productor ejecutivo intervino además en Noche de verano (Jordi Grau, 1966), Mañana de domingo (Antonio Giménez Rico, 1967), y en la serie de televisión, Cristóbal Colón.(Vittorio Cottafavi, 1968).

 

Con este bagaje cinematográfico, José Maria Otero aparece en TVE en 1970 cuando era Director General Adolfo Suarez, y se ocupó de entrada de estructurar y desarrollar la nueva Dirección de los Servicios de Producción o que dió lugar a una etapa en que se producen grandes series y películas para televisión en colaboración con el cine.

 

 

Es la época, además de los Estudio 1 y otras obras de ficción en estudio, de las series divulgativas con la intervención de directores como Jesús Fernández Santos, Jose Luis Tafur, Pedro Olea, Garcia Atienza, Ricardo Fernández de Latorre, etc. Es la época también de las Zarzuelas producidas en 35 mm utilizando el sistema Electronicam, con Juan de Orduña, José Antonio Paramo, de los primeros telefilms con Valerio Lazarov, Antonio Giménez Rico, Antonio Mercero, Juan Guerrero Zamora, Pilar Miro, Pedro Amalio Lopez, Mario Camus, Claudio Guerin, Pedro Olea, …etapa caracterizada por la incorporación de grandes nombres de la industria del cine como Federico Larraya, Jose Antonio Rojo o Cecilio Paniagua, entre otros, que da lugar a un desarrollo creativo y alta calidad profesional. Uno de los promotores de este periodo de obligada referencia fue José María Otero, generando a su vez un entorno de transparencia, honestidad y profesionalidad, en el que alguno de nosotros fuimos testigos excepcionales.

 

De esos testigos, Porfirio Enriquez, histórico reportero de TVE y director de fotografía de muchos largometrajes, nos facilita el siguiente testimonio: 

 

"Cuando Otero llega a TVE, yo llevaba 3 años en los Servicios Informativos y hacía poco tiempo que había pasado a Programas de Ficción y Entretenimiento, donde había un caos generalizado en los Servicios de Producción, debido a la falta de profesionales. Con su llegada puso orden, con ayuda de algunos de los que estamos en este escrito, en ese zafarrancho que era el área de Producción. Fue muy chocante poder hablar con alguien que manejaba el idioma de los profesionales y por lo tanto fue muy fácil trabajar a su lado, cosa que seguí haciendo hasta sus últimos días y disfrutando de su amistad. Gracias José María".

 

Esta etapa de Otero en TVE culminó con la Dirección del Centro Regional de Canarias (1987-1988), tarea en la que desarrollo de forma significativa los programas informativos y divulgativos en las Islas.

 

En el ámbito corporativo de Radiotelevisión Española fue Secretario General del Ente Público(1980-81), poniendo en marcha el Estatuto de RTVE y la preparación para los Mundiales de Fútbol de1982 y a continuación desarrolló de forma eficaz e innovadora la Dirección de Comercialización y Publicaciones y posteriormente hasta 1992 la Dirección de Operaciones Comerciales. En este periodo, fomentó la creación del Centro de Documentación de RTVE, renovó los sistemas de captación de la publicidad televisiva y estableció la innovadora colaboración con el cine español en los recién creados, por RTVE, derechos de antena. José Maria Otero, fue uno de los más firmes defensores de este nuevo concepto de colaboración del cine y la TV, además de difundir los programas de televisión y el cine en todos los mercados internacionales.

 


Después de este largo periodo de más de 30 años colaborando con TVE primero y RTVE después, empieza una nueva etapa muy centrada en la industria cinematográfica, siendo Secretario General del "Encuentro Audiovisual Español 1993", Director General de la Fundación PROCINE (1993-94), antecedente de FAPAE, Coordinador General de FAPAE (1994-1996), Presidente de la "Asociación 100 años de cine" (1995-96) y finalmente es nombrado por el Gobierno, Director General del Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales (ICAA).

 

En este cargo permaneció desde 1996 hasta 2004, constituyendo el periodo mas largo conocido hasta el momento en el puesto lo que indica el respeto y reconocimiento que José Maria Otero se había ganado en el ámbito de la gestión pública de la cinematografía española, con el apoyo de los dos partidos con vocación de gobierno. En este tiempo dio un gran impulso al Programa Ibermedia, viviendo este uno de los periodos más brillantes de su historia. En reconocimiento a su trabajo se le concedió la Encomienda de Número de la Orden del Mérito Civil, por sus actividades en favor de la cinematografía iberoamericana. En el ICAA hay una Subdirección General, clave en el funcionamiento del Instituto como es el de la concesión de los sistemas de apoyo al Cine, y este cargo fue ocupado durante años por la competente funcionaria Beatriz de Armas. Cuando le comunicamos a Beatriz, el fallecimiento de Jose María, rápidamente nos hizo llegar el siguiente testimonio:

 

"Querido Jose María. El cine español y el cine iberoamericano siempre te recordarán. Amaste el cine desde siempre. Viviste CON, POR y PARA el cine, y pude constatarlo a lo largo de los 8 años que estuvimos trabajando juntos en el ICAA. En todo ese tiempo, como Director General, tuviste un objetivo básico y peleaste por conseguirlo: el fomento, el desarrollo, el fortalecimiento y la difusión del Cine Español. Y después quisiste llegar a Iberoamérica, y allí nos fuimos, para compartir y regalar tu experiencia y tus conocimientos, dejando en aquellos países la semilla necesaria para que fructificara y poco a poco diera sus frutos, mediante la creación de TU gran Programa IBERMEDIA, del que puedes sentirte orgulloso. En el trabajo supiste combinar el buen humor, la ironía y el talante positivo, con la seriedad, el rigor y la mano dura cuando fue necesario. Cuando llegaste al ICAA, te recibí como mi jefe, y cuando te fuiste, tengo el honor de poder decir que te despedí como mi amigo, y esa amistad se ha mantenido en el tiempo, hasta el día de hoy. No he podido darte mi último adiós, pero te deseo de todo corazón, que descanses en paz."

 

La vocación Iberoamericana de José María Otero queda reflejada también en el testimonio que nos envía Juan Carlos Lossada, en su día, presidente del Centro Nacional Autónomo de Cinematografía (CNAC) de Venezuela y que es el siguiente:

"En aquellos años 90’s cuando las cinematografías de la América Hispana atravesaban uno de sus momentos más desoladores, con una precaria y en algunos casos inexistente institucionalidad, una región signada por la fragmentación, por la ausencia de verdaderos programas de fomento y la carencia casi total de estímulos a la producción del séptimo arte, surgió el Programa IBERMEDIA. Si bien contó con el concurso corresponsable de los liderazgos de las principales cinematografías latinoamericanas, tuvo en José María Otero Timón a su gran impulsor, su auténtico creador, quien lo pensó y estructuró con la aguda y sensible inteligencia que lo caracterizó siempre. Su iniciativa nos estimuló vívidamente a los cineastas latinoamericanos a sentir y compartir la conciencia de ser iberoamericanos, de compartir más que una lengua, una cultura vasta, diversa, pletórica de riqueza creativa. Que se sepa y se tenga conciencia plena de ello, porque ese antes y ese después iberoamericano lleva el nombre imborrable de un Grande: José María Otero Timón. Honremos siempre su nombre y su inmenso legado."

Miguel Angel Cortés, Secretario de Estado de Cultura en la primera etapa de Jose Maria Otero al frente del ICAA, nos hace llegar el siguiente testimonio:

"Alguien me dijo que en materia de política cultural el 50% es cariño y el otro 50 hacer bien las cosas. Cuando despedimos, con el dolor de la noticia no esperada a un amigo querido y admirado, hay que decir que José María Otero ha sido una de las personas que más y mejor ha trabajado por el cine español en el último tercio del siglo XX Los años en que fue Director del Instituto de la Cinematografía y las Artes Audiovisuales se recordarán por lo hecho y por cómo lo hizo. A él se debe el cambio en el modelo de financiación, la creación del programa Ibermedia, el logro de una sede para la Academia de Cine o la colaboración entre las televisiones y la producción cinematográfica, por señalar algunos de los logros que en estos momentos me vienen a la cabeza. Hablo sólo de una etapa y una faceta de una vida muy plena, de lo que conocí más de cerca, pero en este breve homenaje, sentido y triste, quiero recordar su sentido del humor, su mano izquierda, su cultura amplísima y su discreción allí donde estaba. José María Otero conocía y era conocido por todos en un sector siempre entretenido, pero muchas veces no fácil. Procuraba atender y ayudar a todos los que se lo pedían, con tal entrega que, creo no exagerar, si digo que no tenía enemigos. Para mi fue un colaborador, un maestro y un amigo del que no he podido despedirme y al que siempre recordaré con afecto y gratitud."

 


Jose Maria Otero realizó crítica de cine (La Estafeta Literaria y artículos en Nuevo Diario, Documentos Cinematográficos, etc), pronunció numerosas conferencias, dirigió simposios cinematográficos y audiovisuales, entre los que destacan las Jornadas del Audiovisual (2009) y los Seminarios sobre el Audiovisual Español de la Fundación Ortega y Gasset (2011, 2012 y 2016), que han resultado ser debates de gran interés para la industria a modo de think-tank. Fernando R Lafuente, periodista y miembro del Patronato de la FOM, nos envía el siguiente testimonio:

"Coincidí con José María en la Secretaría de Estado de Cultura en mayo de 1996. Recién nombrados los dos directores generales, después cuando fui director del Instituto Cervantes, seguimos colaborando juntos, y muchos años después, ya en la vorágine del nuevo siglo, cuando, junto a su gran amigo Fernando Labrada, organizó en nuestra sede de la Fundación José Ortega y Gasset-Gregorio Marañón, unos muy relevantes Seminarios sobre la Industria Audiovisual con enorme éxito en el sector y proyección externa, siempre con el cuidado, mimo y rigor con que hacía su trabajo, continuamos nuestra relación, que era la de aprendiz (yo) y profesor (José María). Además, al hilo de tales Seminarios, tuvo la generosidad de regalarme diversos libros suyos sobre el cine, la educación, la industria, todos excelentes, rigurosos, amenos y necesarios. Una bellísima persona, un profesional extraordinario y un compañero ejemplar".

Otero fue miembro de los Jurados de los Festivales de Cine de Bordighera, San Sebastián y Valladolid y en el ámbito bibliográfico es autor de "La nueva frontera el color" (RIALP,1962) en colaboración con José Luis Guarner, la adaptación al español y notas de "Cómo se organiza un film" (RIALP, 1964) de LibeeroSolaroli. Su experiencia en el cine y la televisión se encuentran en las obras editados por el Instituto de Estudios Altoaragoneses y el Festival de Cine de Huesca, "¿Por qué se ayuda al cine" (2005) y "TVE: escuela de cine" (2006) y en colaboración con Paola Savino, "Alberto Grimaldi, el arte de producir con éxito" (SEMINCI, 2007). Posteriormente publica "Por qué se ayuda al cine? Protección, arte y humor" (Egeda 2009), "Aprender cine de los maestros. Diálogos con Nicholas Ray, Vittorio de Sica, François Truffaut, Vittorio Cottafavi, Francisco Rovira Beleta y Jordi Grau" (Fragua, 2013) y "El arte de programar: ¡El cine ha muerto, viva el cine!" (Fragua, 2015). Y este catalogo de la obra bibliográfica de Otero se completa con la actividad, viva y moderna, en torno a su blog Filmiconoscon numerosos seguidores.

 

El productor cinematográfico y profesor universitario, José Jacoste, vio así a José María:

 

"Conocí a José María Otero a través de un libro de lectura obligada, a finales de los años sesenta, para todos los alumnos de producción de la E.O.C., "Como se organiza un film" de Libero Soralori. En el prologo José María hacía un prontuario perfecto de las funciones del jefe de producción. Mi respeto intelectual hacia él me llevó a pensar que se trataba de una persona mayor en sabiduría y edad. Cuando le conocí en persona la sorpresa fue grande, pues José María era mas joven de lo que esperaba.

Pasaron bastantes años para que reverdeciera mi primera impresión sobre la juventud imperecedera de José María, en este caso mental. Me tropecé con él en mi Facultad – Ciencias de la Información –dispuesto a realizar ,como un chico mas , los cursos de doctorado y la correspondiente tesis. A lo largo de mucho tiempo en el que coincidimos en diferentes situaciones y trabajos mantuve la idea de la juventud perdurable de José María, sobre todo, mental. Siempre dispuesto a hacer cosas nuevas, con un entusiasmo juvenil, incansable y con un apasionamiento, tal vez impropio de su edad biológica, en todo lo que tenía que ver con el cine y la televisión. Su blog, cuya ultima actualización es del 5 de Enero de 2019, es un ejemplo notable para refrendar lo que digo. Hace unos cuantos años acordamos vernos, con el único propósito de hablar y tomar un vino, por lo menos una vez en cada una de las estaciones del año. El año pasado tomamos el vino de primavera, de verano y el de otoño. Su estancia fuera de Madrid en Navidades nos llevó a aplazar el vino de invierno para después….Nos hemos quedado sin vino de invierno y, lo que es peor, me he quedado sin mi buen y joven amigo"...

 

Otro histórico de los programas informativos de TVE, Javier Vázquez, que entre sus títulos cuenta con el de amigo inseparable de Jose Maria Otero, deja el siguiente testimonio:

 

"Tarea imposible resumir en unas pocas líneas la gran categoría humana y profesional de José Mª Otero. Amigo y compañero excepcional durante muchos años, tuve la oportunidad de vivir a su lado momentos magníficos tanto en nuestra vida privada como en TVE. Desde sus diferentes puestos de alta responsabilidad en Prado del Rey, siempre fue un gran impulsor de proyectos ambiciosos que están en las páginas de oro del medio televisivo: series de gran calidad, documentales, el programa "La Clave", etc.

En el terreno de lo personal, nuestras visitas al románico palentino (¡cómo disfrutaba por Carrión de los Condes, Villalcázar de Sirga o Frómista!), las cenas con amigos/as, la tertulia semanal en la que no quedaba asunto en el tintero y, sobre todo, lo que tuviese relación con el Cine, su otra gran pasión y a la que dedicó buena parte de su vida. De José Mª Otero y el cine hablarán otros compañeros y no es cuestión de invadir parcelas que alguno tratará. Allá donde estés, amigo, debes saber que siempre dejaremos una silla vacía en nuestro "Las Bridas" para que bajes a charlar de cualquier tema cuando te apetezca."

 

Este recuerdo / homenaje a José María Otero no lo hubiera podido elaborar sin la excepcional colaboración de Beatriz de Armas, Porfirio Enríquez, José Jacoste, Juan Carlos Lossada, Miguel Angel Cortés, Javier Vázquez y Fernando R. Lafuente. A todos nosotros nos une con Jose Maria "una amistad de toda una vida", admirando en Otero, su lealtad, amistad, buen hacer, sentido común, inteligencia, conocimiento, sensibilidad y un sin fin de virtudes que nos ha regalado en nuestro quehacer profesional y personal. Con nuestro pésame a su familia, Rosi, su mujer, y su hermano Juan Manuel, sus amigos expresamos nuestro último deseo: Descanse en paz.

 

Fernando Labrada.

17 de Enero de 2019